La revista Internacional de alto impacto en odontología Journal of Clinical Periodontology, se hace eco de uno de los últimos estudios realizado por ThinkingPerio Research, Arrow Development & Clínica Ortiz-Vigón. Para su realización se han analizado el caso de 43 pacientes diagnosticados con Periimplantitis (pérdida de hueso alrededor de implantes) y los resultados obtenidos arrojan luz sobre los beneficios o no del uso de membranas reabsorbibles durante el tratamiento que se propone para reconstruir el hueso perdido.
La publicación pone su foco en el tratamiento de la Periimplantitis, una patología reversible, que afecta entre al 30 y 70% de los pacientes con implantes. Esta enfermedad conlleva en su primera fase la inflamación de la mucosa situada alrededor de un implante. Si la inflamación no se controla, corre existe un alto riesgo de desencadenar en una pérdida progresiva del hueso y en caso de avanzar podría llegar a provocar la pérdida del propio implante además de una infección considerable. Por eso, es tan importante conocer el mejor modo de tratar la enfermedad para evitar esta pérdida del implante. La pérdida de hueso alrededor de dientes es más sencilla de controlar que alrededor de implantes. Es necesario destacar que, los dientes, al ser un elemento natural, tienen defensas y en cualquier situación de agresión bacteriana va a existir una respuesta por parte del cuerpo. Mientras que los implantes, al ser elementos artificiales, no tienen defensas y por eso la infección puede suceder más rápido y de manera más peligrosa. Además, este tipo de situaciones alrededor de los implantes no duelen hasta que son avanzadas y en consecuencia es imprescindible acudir a las revisiones y mantenimientos periódicos.
En relación a ello, un estudio internacional previo en el que también colaboraron los doctores, habla sobre el uso de injertos óseos para la reconstrucción de los defectos de hueso alrededor de implantes. En este estudio se apreciaron las ventajas de utilizar este tipo de injertos óseos para detener la enfermedad en los implantes y reconstruir el hueso. Sin embargo, ahora, este nuevo estudio encabezado por los doctores Erik Regidor y Alberto Ortiz-Vigón, investiga si el uso adicional de una membrana barrera cubriendo el injerto óseo es mejor que la simple utilización del injerto óseo.
Cuarenta y tres sujetos fueron incluidos al inicio del estudio. En su mayoría el grupo fue integrado por mujeres de una edad media de 61 años. Según el Dr. Regidor los resultados indicaron que el uso adicional de la membrana barrera cubriendo el injerto óseo no conllevó ninguna mejoría clínica adicional en comparación al uso exclusivo del injerto óseo. Tampoco se vieron diferencias a nivel radiográfico o de satisfacción de los pacientes evaluada 12 meses después de la operación. “Más bien, en el grupo de prueba se observaron tiempos de tratamiento más prolongados y más complicaciones postquirúrgicas, como puntuaciones más altas de dolor postquirúrgico”, añade. A pesar de ello, la satisfacción del paciente fue alta, independientemente del grupo de tratamiento.
De este modo, este estudio no ha podido demostrar ningún beneficio clínico o radiográfico adicional del uso de una membrana barrera cubriendo el injerto óseo como parte de la terapia quirúrgica reconstructiva de la periimplantitis. Sin embargo, sí se observó una mayor tasa de complicaciones posoperatorias y dolor postquirúrgico, así como tiempos de cirugía más prolongados cuando se empleó una membrana. Estos resultados permitirán identificar qué método puede ser más indicada a la hora de afrontar un tratamiento de este tipo para evitar posibles complicaciones y facilitar al paciente el proceso en postoperatorio.